Radiadores

Si quieres disfrutar de una calefacción de bajo consumo, más eficaz y eficiente, que te ayude a lograr una atmósfera mucho más agradable y acogedora en los días fríos o los meses de invierno, ¡lo que necesitas es un radiador o emisor! Existen de múltiples tipos: radiadores de hierro fundido, modelos de radiador de aluminio e incluso radiadores cerámicos.
 

Radiadores, ¿cómo funcionan?

Existen muchos tipos de radiadores de bajo consumo que emplean diferentes tipos de tecnología para dar calor a las habitaciones de tu vivienda. A groso modo, podemos distinguir entre:
 
Radiadores eléctricos: se conectan a la corriente eléctrica y cuentan con un sistema de resistencias en el interior. No dejan sensación de reseco en el aire ni generan olores molestos, y su instalación es muy sencilla, ya que simplemente hay que colocar sus soportes en la pared. Algunos también incorporan soportes para colocarlos en el suelo. Son los que se utilizan más habitualmente.
 
Radiadores de agua: presentan una instalación fija, y contienen tubos en el interior por los que circula agua caliente. Son extremadamente rápidos y eficientes a la hora de calentar cualquier estancia, incluso de gran tamaño, y tienen un consumo muy reducido.
 
Radiadores de aceite: son portátiles y funcionan con un circuito de aceite que se eleva a alta temperatura y logra irradiar calor al resto de la sala. Solo tienes que enchufarlos a la toma de corriente, y la mayoría permite regular la temperatura con un termostato.
 

Prestaciones e instalación de un radiador

Las características de los radiadores, sean del tipo y el material que sean, suelen ser bastante similares. Si estás comparando diferentes modelos, puedes prestar atención a las dimensiones (ya que es posible que cuentes con un espacio reducido para colocar tu electrodoméstico), así como a la potencia. Existen radiadores de a partir de 800W aproximadamente, y hasta más de 2000. Un radiador de 1000W sería más que suficiente para calentar una habitación de gran tamaño en unos minutos.
 
Echa un vistazo también al tipo de instalación. Existen radiadores portátiles y de instalación fija (como los de agua, antes mencionados). Puedes hacerte con un radiador de pared para ahorrar más espacio o adquirir uno que se apoye sobre el suelo y puedas mover a diferentes habitaciones y calentarlas alternativamente. Aunque lo más habitual es encontrar radiadores horizontales, también hay radiadores verticales que se adaptan mejor a ciertos espacios.
 
Puedes hacerte con un radiador pequeño o uno más grande, pero nunca está de más mirar los accesorios que este pueda incorporar. Si quieres cambiar la temperatura de forma sencilla, hazte con un radiador con termostato o mando a distancia. En la actualidad hay también radiador con Wifi que te permiten un control más cómodo desde la pantalla de tu móvil.
 

¿Qué radiadores son mejores?

En la actualidad, existen demasiados modelos de radiadores como para determinar un único modelo como “el mejor”. Todo depende de tus necesidades y la instalación con la que cuentes en tu casa. Un radiador eléctrico, por ejemplo, te proporcionará un calor muy limpio, no resecará el ambiente y será muy sencillo de limpiar. En cambio, un radiador de agua puede adaptarse mejor a ciertas instalaciones o viviendas, proporcionando un mayor ahorro. Siempre tendrás que tener en cuenta el uso que le vas a dar y el lugar de instalación. Existen productos más adecuados para salones de gran tamaño y otros modelos de radiador para baño, como un radiador toallero.
 

¿Qué radiador comprar?

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